Sde Boker (hebreo: שְׂדֵה בּוֹקֵר, lit. Campo de Pastoreo) es un kibutz en el desierto del Néguev en el sur de Israel. Conocido principalmente como el hogar de retiro del primer Primer Ministro de Israel, David Ben-Gurión, está bajo la jurisdicción del Consejo Regional de Ramat HaNegev. En 2019 tenía una población de 479. Aquí existió una granja agrícola grande o un pequeño pueblo en el período islámico temprano, desde finales del siglo VII hasta principios del siglo IX. Existen restos de docenas de estructuras, incluida una mezquita cerca de la cual se encontraron cientos de inscripciones árabes. El kibutz moderno fue establecido el 15 de mayo de 1952 por ex soldados, incluyendo a Yehoshua Cohen, quien asesinó a los enviados de las Naciones Unidas Folke Bernadotte y André Sérot en 1948. En 1953, el Primer Ministro David Ben-Gurión renunció a su cargo y se mudó al kibutz. Aunque regresó a la política en 1955, continuó viviendo en el kibutz hasta su muerte en 1973, cuando fue enterrado cerca en Midreshet Ben-Gurión junto a su esposa Paula Ben-Gurión. Ben-Gurión se mudó al kibutz inspirado por su visión de cultivar el desierto del Néguev y desarrollar sus pueblos circundantes como Yeruham y Dimona. Creía que eventualmente el Néguev sería hogar de muchos judíos que se mudarían a Israel, y sentía que Sde Boker era un pionero y ejemplo de lo que debería seguir. Su hogar fue posteriormente convertido en un museo. En sus escritos oficiales, Ben-Gurión a menudo reflexionaba sobre sus esfuerzos por rejuvenecer el Néguev: El desierto nos ofrece la mejor oportunidad para comenzar de nuevo. Este es un elemento vital de nuestro renacimiento en Israel. Porque es al dominar la naturaleza que el hombre aprende a controlarse a sí mismo. Es en este sentido, más práctico que místico, que defino nuestra Redención en esta tierra. Israel debe continuar cultivando su nacionalidad y representando al pueblo judío sin renunciar a su glorioso pasado. Debe ganarse esto—lo cual no es una tarea pequeña—un derecho que solo puede adquirirse en el desierto. Cuando miré por mi ventana hoy y vi un árbol frente a mí, la vista despertó en mí un mayor sentido de belleza y satisfacción personal que todos los bosques que he cruzado en Suiza y Escandinavia. Porque plantamos cada árbol en este lugar y los regamos con el agua que proporcionamos al costo de numerosos esfuerzos. ¿Por qué una madre ama tanto a sus hijos? Porque son su creación. ¿Por qué el judío siente afinidad con Israel? Porque todo aquí aún debe ser realizado. Depende solo de él participar en este acto privilegiado de creación. Los árboles en Sde Boker me hablan de manera diferente que los árboles plantados en otros lugares. No solo porque participé en su plantación y mantenimiento, sino también porque son un regalo del hombre a la naturaleza y un regalo de los judíos al compost de su cultura. Wikipedia